Seguro que has oído hablar de la Calleja de las Flores de Córdoba. Es un lugar precioso y muy pintoresco que con el paso del tiempo se ha convertido en un icono de nuestra ciudad que todo aquel que viene a Córdoba busca para fotografiar y llevarse para siempre una estampa única: la Torre Campanario de la Mezquita-Catedral enmarcada por los tejados y fachadas de las casas de la judería y decorada con el colorido de las macetas y flores de la calleja.
Su aspecto actual se debe a una reforma realizada por el arquitecto municipal Víctor Escribano Ucelay a mediados del siglo XX que consistió en retirar el pavimento y sustituirlo por el típico empedrado cordobés añadiendo, a modo de aceras, placas de granito junto a los muros. Añadió también un par de pequeños arcos de medio punto y rebajados en la calleja y encaló los muros de las viviendas.
Sin embargo, para encontrar su origen debemos remontarnos varios siglos atrás cuando esta famosa calleja cordobesa era el acceso a un patio de vecinos, patio típico cordobés.
La Calleja de las Flores es una calle muy estrecha engalanada con multitud de macetas y flores de colores que desemboca en ese antiguo patio de vecinos que es hoy una placita muy acogedora de pequeñas dimensiones y en la que encontramos una hermosa fuentecita que, al parecer, realizó Rafael Bernier, antiguo vecino de la plazuela. La fuente es octogonal y llama la atención que, en el centro, se levanta un pedestal y sobre este una columna de granito que sostiene un capitel corintio de época romana, concretamente de la época del Emperador Adriano. Las casas de los vecinos que antaño vivían allí son, hoy en día, tiendas de souvenirs, de cuero, restaurantes que han hecho que se desvirtúe un poco esa imagen de patio de vecinos pero sigue manteniendo la esencia y un encanto especial que la hace única.
Pasear por esta calleja en cualquier momento del año es una maravilla, pero si tienes la suerte de poder hacerlo en primavera podrás apreciar el frescor, el olor y la belleza que aportan las numerosas macetas y flores que la decoran.
Cómo llegar a la Calleja de las Flores
La Calleja de las Flores se encuentra en el barrio de la Judería a escasos metros de la Mezquita-Catedral.
Para entrar en la calle debes hacerlo antes a la Calle Velázquez Bosco, una vez ahí busca en una esquina un capitel de avispero incrustado en la pared ¡Ya estás en la Calleja de las Flores! Ahora solo disfrútala.
¡Un saludo!
Autor/a: Alba Mª Pino Molina